¿Te has tomado el tiempo para cuidar de tu bienestar físico, social y mental? Si no lo has hecho, es momento de practicar un poco de autocuidado.

Para iniciar es importante saber que el autocuidado se refiere a la capacidad de cuidarse asimismo, donde las personas tienen en cuenta sus necesidades físicas y  psicológicas, desde un enfoque de desarrollo personal positivo.

¿Por qué es importante?

• Mejora tu calidad de vida
• Previenes enfermedades graves y te permite recuperarte más fácil de una dolencia o enfermedad
• Contribuyes a aliviar la presión sobre el Sistema de Salud
• Te vuelves más productiva (o) y eficiente

Para iniciar este tipo de prácticas debes:

• Tomar conciencia de tu estado de salud
• Diseñar un plan de actividades teniendo en cuenta tu estado de salud
• Comprometerte con las prácticas de autocuidado adoptadas
• Identificar con qué recursos cuentas

Por otro lado, es importante que identifiques los siguientes factores que van a influir en tus prácticas de autocuidado:

• Factores protectores: se refieren aquellos aspectos internos o externos a la persona, que permiten conservar e incrementar los niveles de salud.
• Factores de riesgo: son aquellas situaciones de naturaleza física, química, psicológica o social que tienen la capacidad potencial de provocar daño”; es decir, son eventos que aumentan o crean la posibilidad de enfermar.

¡Próximamente estaremos compartiendo más información en esta sección!

“La salud se produce cuando se devuelve a la gente el poder para efectuar las transformaciones necesarias que aseguren un buen vivir y se reduzcan las causas que atentan contra la salud y el bienestar”

Carta de Ottawa, 1986